sábado, junio 11, 2011

Homenaje a Santos Discépolo

Que una obra se gane el título de maestra es porque su sentido trasciende tanto en lo espacial como en lo temporal.

Con todos estos escándalos que se han destapado en Colombia en los últimos meses me retumba en la cabeza ese lujo de retrato universal que hizo el argentino Santos Discépolo en la década de los 30 del siglo pasado y que no ha perdido ni pinta de actualidad.

Tan sólo léanlo y escúchenlo con un diario a la mano y no necesitarán de un diccionario lunfardo-español o consultar las múltiples fuentes que lo explican para, simplemente cambiando a los personajes que nombra el autor, reconocer esta época corrupta y ladrona que atravesamos.

Una coda: El nombre de la exdirectora del DAS -exiliada en Panamá, acusada en el escándalo de las interceptaciones ilegales y solicitada en extradición- es MARIA DEL PILAR HURTADO AFANADOR… Tomen cada uno de los sustantivos del apelativo (excepto el primero) y pásenlos por un diccionario; incluso métanle algo del lunfardo de abajo. El resultado es deliciosamente revelador.


CAMBALACHE (Enrique Santos Discépolo)

Que el mundo fue y será una porquería,
Ya lo sé;
En el quinientos seis
Y en el dos mil también;
Que siempre ha habido chorros,
Maquiavelos y estafaos,
Contentos y amargaos,
Valores y dublés,
Pero que el siglo veinte es un despliegue
De malda' insolente
Ya no hay quien lo niegue;
Vivimos revolcaos en un merengue
Y en un mismo lodo, todos manoseaos.

Hoy resulta que es lo mismo
Ser derecho que traidor,
Ignorante, sabio, chorro,
Generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor;
Lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos, ni escalafón;
Los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
Y otro roba en su ambición,
Da lo mismo que si es cura,
Colchonero, rey de bastos,
Caradura o polizón.

Que falta de respeto,
Que atropello a la razón;
Cualquiera es un señor,
Cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stavisky,
Van don Bosco y la Mignón,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
De los cambalaches
Se ha mezclao la vida,
Y herida por un sable sin remaches
Ves llorar la biblia contra un calefón.
Siglo veinte, cambalache
Problemático y febril;
El que no llora, no mama,
Y el que no afana es un gil.
Dale nomás, dale que vá,
Que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
Que a nadie importa si naciste honrao.
Que es lo mismo el que labura
Noche y día como un buey,
Que el que vive de los otros,
Que el que mata o el que cura
O está fuera de la ley.

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